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Seleccionando las vacas más productivas podemos reducir el número de animales por lote, dotando de más espacio a nuestros animales.

Si el animal está tranquilo, tiene su espacio para caminar y acostarse, responde mejor a la producción y eso a final tiene un retorno en la producción de leche.

De esta forma no hay competencia entre ellas, porque cuando van a comer tienen su sitio cada una, tienen suficiente espacio y eso las hace estar más tranquilas.

En nuestra granja, nos esforzamos por criar y cuidar de vacas Holstein de alta calidad para asegurarnos de ofrecer a nuestros clientes productos lácteos frescos y de alta calidad.

Para su comodidad, en los meses de más calor, aplicamos agua pulverizada a las vacas y luego se les aplica aire, de forma que se mojan y se secan, lo que induce una sudoración de forma forzada ya que las vacas, al igual que otros animales como los perros, no traspiran y acumulan calor.

Otro sistema que contribuye a su bienestar son las ‘camas calientes’ con el sistema del rotovatado. Esto consiste en que primero hay una base de paja de medio metro de altura a la que añadimos estiércol. Lo que hacemos al añadir este estiércol es airearlo con el rotovator.

Esto hace que las bacterias no crezcan y así las vacas tienen menos probabilidades de sufrir una infección de mamitis. Con la paja como único elemento de su colchón, se ha demostrado que tienen más enfermedades.